Una de las señas de identidad de tu marca es el packaging en el que va envuelto el producto. Encontrar el que se ajusta a tu identidad de marca, ayudará a crear una experiencia para el cliente que va más allá de la propia compra, y le invitará a compartirlo en redes sociales.
Tener muy clara la imagen de marca, ayudará en la elección de materiales. Una marca ecofriendly y sostenible, optará por un embalaje hecho con materiales reciclados y reciclables. Hoy en día, es rara la marca que no hable de impacto medioambiental, y sumado a la moda de todo lo handmade, es sencillo tomar la decisión.
Esto lleva a colaborar con el departamento de marketing para crear una estrategia que ayude con las ventas de los productos, y que parte de las ventas sean por el propio embalaje.
Las bases y características de un packaging adecuado
Estrategia de marketing promocional. Al ser lo primero que ve el cliente, es una herramienta de ventas y de fidelización muy potente. Para ello, no sólo el envoltorio debe ser el adecuado, sino todos los adornos que haya en el interior, que acompañan al propio producto.
Atraer siendo diferentes. Siguiendo con la imagen de marca, el envoltorio debe ser reconocible por los consumidores, asociarlo rápidamente a la marca y a su storytelling. Para ello debe contener la paleta de colores corporativos, seguir fielmente el estilo de la web y los productos, pero equilibrando con que sea llamativo, ya que es uno de los elementos diferenciadores.
Seguridad vs estética. En ocasiones, el packaging más atractivo para el usuario, no es el que más protege el producto durante su transporte, por ello hay que encontrar un equilibrio sin renunciar a la estética, investigando sobre diversos materiales y la gama de grosores de los mismos. Debe tener en cuenta que debe resultar sencillo de abrir, agradable a la vista y rentable económicamente para la empresa.
Materiales más utilizados
Cartón
El top número uno por la cantidad de ventajas que ofrece a las marcas:
Sin embargo, hay que tener especial cuidado, ya que no es resistente al agua ni a los golpes, por lo que estéticamente podría verse dañado antes de llegar al cliente. No es apto para productos que sean muy pesados.
Plástico
El más resistente de todos los materiales, puede mojarse e incluso sufrir golpes.
Como desventaja, es muy difícil de reciclar (cosa que no gusta a algunos clientes), es más caro que el cartón y tiene sustancias químicas. Además, es más difícil personalizarlo.
Vidrio
Poco común, destinado a productos de una gama más natural o de alta gama. A pesar de su fragilidad, cuenta con una serie de ventajas:
Pero es muy frágil, es muy delicado para transportarlo. Además, es de los materiales más caros y pesados, y es poco personalizable.
En resumen
Al elegir bien el material y composición para el packaging, te aseguras de:
Considera el presupuesto, el impacto medioambiental y las ventajas y desventajas de cada uno de los materiales con cuidado.
Y recuerda que, si tienes más de una gama de productos, puedes combinar los diferentes materiales para añadir riqueza experiencial para los clientes.