Aquí te explicamos algunos puntos clave que debes tener en cuenta al optimizar las imágenes de tu sitio web.
Tamaño de las imágenes
El tamaño adecuado de las imágenes es crucial para que tu web se vea bien y cargue rápido. Dependiendo del uso que les des, los tamaños recomendados son:
Estos tamaños aseguran que las imágenes mantengan una buena calidad sin sobrecargar el sitio.
Formato de imagen
El formato en el que guardes las imágenes también tiene un impacto directo en el peso y la carga de la web:
Resolución
En cuanto a la resolución, es importante recordar que para web solo necesitas una resolución de 72 ppp (píxeles por pulgada). A menudo, las fotos tomadas con cámaras tienen una resolución de 300 ppp, lo que resulta en archivos mucho más pesados. Reducir la resolución evitará que tus imágenes pesen más de lo necesario sin sacrificar la calidad visual en pantallas.
Proporción
La proporción de tus imágenes puede variar según tus preferencias, ya sean horizontales, verticales o cuadradas. Sin embargo, en el caso de las imágenes verticales, es recomendable no hacerlas demasiado altas para evitar que los usuarios tengan que hacer mucho scroll para verlas completas. Una buena proporción en estos casos sería de 4:5 o 3:4.
Peso de las imágenes
El peso de una imagen es el último ajuste, pero no por ello menos importante. Cuanto más livianas sean, más rápido cargará tu web. Los tamaños de archivo recomendados son:
Recuerda que cuanto menos pesen tus imágenes, más rápido será el tiempo de carga de tu página. Puedes encontrar el equilibrio entre calidad y peso utilizando herramientas online como tinywow.com que comprimen las imágenes sin pérdida de calidad, o Photopea, con el que podrás además exportar en formato .webp.
Optimizar las imágenes de tu web no solo mejora la experiencia de navegación, sino que también puede influir positivamente en el SEO y en la velocidad de carga, lo que es clave para el éxito de tu sitio. ¡Asegúrate de seguir estos consejos para un rendimiento óptimo!